mensajerodelapalabra.com :: Para uso personal solamente. Prohibida su reproducción total o parcial sin la autorización de autor.

mensajerodelapalabra.com

 

Unas buenas relaciones interpersonales glorifican a Dios

Unas buenas relaciones interpersonales glorifican a Dios

Base Biblica: Mateo 5:21-26

Introducción:

¿Qué tanta importancia reviste mantener buenas relaciones con otras personas? ¿Qué perspectiva tiene Dios al respeto? Estos dos interrogantes a los que por supuesto se pueden sumar otros más, son muy significativos porque enseñando ante una multitud, nuestro amado Señor Jesús sentó las bases de unas buenas relaciones interpersonales. Se refirió a la necesidad de evaluarnos, de no categorizar unos pecados más graves que otros, sino reconocer que pecado es pecado y, en caso de tener conflictos, pedir perdón para reconciliarnos. Estas sencillas pautas contenidas en las Escrituras nos llevan a asumir una nueva forma de vida en el trato con quienes nos rodean, comenzando por nuestra propia familia.

I.- La primera fase del proceso de crecimiento comienza con la evaluación (vv. 21, 22)

1.- El Señor Jesús llamó a cada uno de los oyentes entre a multitud, a evaluarse (vv. 21, 22)

a.- Evaluar qué habían aprendido en la Ley de Dios (v. 21)

b.- Evaluar cómo aplicaban la Ley

c.- Evaluar si estaban “categorizando” unos pecados como más graves que otros (v. 22)

2.- Si deseamos experimentar crecimiento cristiano debemos evaluar cómo estamos delante de Dios

"Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego."

3.- Un cristiano comprometido con Dios, reconoce en su vida que hay pecado y la necesidad de superar su poderosa influencia

4.- Los judíos de la época y quizá nosotros hoy, usamos un “termómetro” para medir la espiritualidad de otras personas, y hasta qué punto andan en pecado y el tamaño de los pecados que otros cometen (v. 21)

"Oísteis que fué dicho á los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, será culpado del juicio."

5.- En Señor Jesús dejó claro que no hay pecado más grave que otro. Pecado es pecado (v 22)

6.- Cuando categorizamos un pecado más grave que otro, buscamos justificar nuestra propia pecaminosidad.

II.- La segunda fase del proceso de crecimiento prosigue con el arrepentimiento (vv.23, 24)

1.- Dios espera de cada uno de nosotros la honestidad para revisar cómo andamos delante de Él, y que nos arrepintamos si hemos pecado

2.- Honramos a Dios verdaderamente cuando tenemos buenas relaciones con nuestro prójimo (v. 23)

"Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti..."

3.- Dar solidez a nuestras buenas relaciones con el prójimo, implica reconocer que hemos fallado y, de ser necesario, pedir perdón para ponernos a cuentas (v. 24)

"Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente."

4.- La vida cristiana constituye, en esencia, un proceso de mejoramiento continuo que sólo es posible cuando hay arrepentimiento sincero.

III.- La tercera fase del proceso de crecimiento es la decisión de cambio (vv.25 26)

1.- Dios advierte sobre la necesidad del cambio, pero no obliga a nadie. Es una decisión personal que no debemos dilatar.

2.- Cuando decidimos cambiar, el primer círculo con el que nos ponemos a cuentas es conosotros mismos; el segundo, con nuestra familia, y el tercero, con quienes interactuamos socialmente (v. 25)

3.- Es importante revisar de manera permanente cómo anda nuestra relación con otras personas.

4.- De acuerdo con la enseñanza del Señor Jesús, es primordial superar las diferencias con otras personas, mostrando el amor de Dios en nuestras vidas (vv. 25, 26)

a.- Nos arrepentimos de los errores, cuando Dios comienza a obrar en nuestra vida

b.- Un arrepentimiento sincero está ligado a pedir perdón cuando hemos afectado la vida de otras personas

Conclusión:

Cuando nos sometemos al obrar de Dios, le permitimos transformar nuestra forma de pensar y de actuar. Ese cambio es valioso porque nos lleva a reconocer en qué estamos fallando, aplicar correctivos y someternos a lo que Dios tiene dispuesto para nuestra vida.

¿Cómo es la relación con nuestro cónyuge? ¿Cuál es el trato que brindamos a nuestros hijos? ¿Cómo anda nuestras relaciones con quienes nos rodean en la iglesia o el trabajo? Estos interrogantes están ligados a la necesidad de revisarnos y cambiar, con ayuda de Dios. ¡Las relaciones humanas sí son importantes en el Reino de Dios!

Publicado en: Sermones


Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/unas-buenas-relaciones-interpersonales-glorifican-a-dios/



Temas Relacionados: