¿Qué hacer cuando surgen conflictos conyugales?
1.- Lecturas Bíblicas: Proverbios 27:17; Romanos 12:18; 14:19;
2.- Meditación familiar:
¿Ha meditado en el hecho de que muchos conflictos conyugales pudieron resolverse fácilmente? Sin duda fue así. Una diferencia de opinión, a veces por trivialidades, terminó en una batalla campal. Usted ofendió a su pareja y viceversa. Los problemas cobraron la dimensión de un gigante.
Ahora, ¿debería ser así siempre? Por supuesto que no. Debemos aprender de cada nuevo tropiezo. Las discusiones, antes que desánimo, deben llevarnos a la reflexión. ¿Dónde estuvo el error? ¿En qué fallé? ¿Qué puedo corregir?
La persona que tiene a su lado, con quien comparte la vida, no es alguien enemigo. Es una bendición para su vida. Así lo aprendemos en el Salmos 127:1-3.
Muchos aparentes tropiezos nos permiten recibir un tratamiento especial del Señor para mejorar. Al respecto el rey Salomón escribió: “Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo”. (Proverbios 27:17)
Puede ser su esposo o su esposa. En medio de las dificultades, algo bueno podemos aprender.
¿Qué hacer? Lo primero, renunciar al orgullo. Pedir a Dios la humildad suficiente para buscar salidas, en el momento oportuno. Y en segundo lugar, disponer el corazón para perdonar y tender lazos de diálogo y entendimiento. El apóstol Pablo lo enseñó claramente a los creyentes de Roma cuando escribió: “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” (Romanos 14:19)
Tenga presente tres elementos en torno a los conflictos conyugales:- No pueden evitarse. Como son inevitables, debemos confiar en el Señor Jesús en estos tiempos de crisis (Juan 16:33)
- Tener conflictos no es tan malo. Podemos aprender y mejorar.
- Los conflictos requieren humildad para buscar la paz.
Todos podemos experimentar cambios y aprender a manejar los conflictos conyugales y con los hijos. Tenga presente que no es en nuestras fuerzas sino con el poder de Dios. Él nos permite identificar en qué hemos fallado y nos concede la sabiduría necesaria para aplicar correctivos.
Lo que jamás debemos hacer es hacer a Dios a un lado; por el contrario, Él debe ocupar el primer lugar en nuestro hogar.
Si aún no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Ábrale las puertas de su corazón. Él imprimirá una transformación en su forma de pensar y de actuar. Ábrale hoy las puertas de su corazón a Jesucristo.
3.- Oración familiar:
“Dios de los cielos, muchas gracias por este nuevo día que nos regalas como familia. Reconozco que quizá hasta hoy, cuando han surgido dificultades con mi cónyuge, he buscado resolver los problemas en mis fuerzas. Dame la sabiduría necesaria para reconocer cuando he fallado, y la humildad necesaria para pedir perdón. Someto todo mi ser en tus manos y te pido que me enseñes cada día cómo debo manejar las dificultades a nivel de pareja y con los hijos. Amén”
4.- Una Meta familiar para hoy:
En adelante y con ayuda de Dios, procuraré resolver los conflictos conyugales que pueda enfrentar. Buscaré soluciones y no el agravamiento de los problemas.
Publicado en: Altar Familiar
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