¿Qué ataduras y maldiciones generan las prácticas ocultistas?
(Lección 6 – Nivel 3)
El avance inusitado de las prácticas de la Nueva Era, que encierran sutilmente promesas de prosperidad, se constituyen en una de las puertas más poderosas para el mundo de las tinieblas.
El problema estriba en asumir estas actividades que desencadenan maldición al interior del hogar.
Puede que a muchos les resulte inofensivo, pero acudir a todo cuanto encierra ocultismo no lleva más que a destrucción.
Al referirse a quienes acuden a lo oculto en procura de prosperidad, dos autores italianos explican:
“El que vaya a estos hechiceros tal vez en un primer momento advierta un ligero mejoramiento de liberación, pero luego es un desastre. Y puedo asegurar que el 99,9% de quienes han venido a mi han tenido contacto con tales personas, sino también a través de sus parientes o antepasados.” ( Casadei, Lucía y Francisco. “Cara a cara con el demonio.” Ediciones San Pablo, Colombia. 2011. Pg. 35)
Una atribulada esposa refería el sinnúmero de discusiones que mantenía con su esposo.
Habían acudido a toda clase de alternativas, incluso de consejería matrimonial. En apariencia, nada funcionaba. El asunto se resolvió cuando, tras hacer un análisis detallado de qué había en casa que podía darle lugar a Satanás y sus huestes para que mantuvieran “derecho legal” de crear problemas, encontró que años atrás había participado en prácticas de ocultismo.
Ese fue el comienzo de las dificultades. Antes que armonía lo que encontraban a cada paso eran disensiones y peleas.
Prácticas ocultistas, ataduras permanentes
La lectura de las cartas, acudir a adivinos y otras muy populares hoy día, son tan solo una parte del iceberg. Atrae, pero lo que no explican sus promotores, es la alta carga de ocultismo que encierra.
Estas prácticas y otras más, producen ataduras. Esas ataduras permanecen en el tiempo, a menos que se haya renunciado a ellas.
Desde el momento en que alguien compromete su casa con estas prácticas, está ligándose a lo oculto, compromisos que cuando son voluntarios acarrean consecuencias sobre las cuales advierte la Biblia: “…no aceptes ese compromiso, pues caerás en la trampa.” (Proverbios 6:2, Nueva Traducción Viviente)
¿Cuál es la razón? Cuando se permite que el ocultismo tome forma en un territorio— incluyendo por supuesto una vivienda— se produce un anclaje espiritual del que se vale Satanás para sentir que le pertenece.
Dios advirtió al pueblo de Israel y a nosotros hoy, sobre estas ataduras que desatan maldición: “Quema sus ídolos y no codicies ni la plata ni el oro que los recubre. No te los lleves contigo, o se convertirán en una trampa para ti, porque son detestables al SEÑOR tu Dios. No traigas a tu casa ninguna clase de objetos detestables porque, si lo haces, serás destruido, igual que ellos. Aborrece por completo esas cosas, porque están apartadas para ser destruidas.” (Deuteronomio 7:25, 26. Nueva Traducción Viviente)
Las Escrituras aseguran dos cosas: la primera, que estas actividades ocultistas desencadenan destrucción física y espiritual, y la segunda, que la actitud de un creyente debe ser de rechazo y además, apartarnos por el mal que acarrean.
Es cierto que las prácticas del ocultismo están muy difundidas, gracias a la forma inusitada con la que se promociona en los medios de comunicación; sin embargo, el que sean populares no significa que sea algo benigno. Por el contrario, cuando lo permitimos en el hogar, no se hace otra cosa que abrirle las puertas al diablo.
“Es algo inocente”, se excusó una madre de familia cuando descubrió el trasfondo que tenían prácticas ocultistas a las que era asidua.
Una amable señora argumentó que procuraba la prosperidad y armonía en la familia. “Lo hice pensando en mi esposo y mis hijos”, dijo ella.
No obstante la Biblia es muy clara al advertir que debemos responder por todo cuanto hagamos, como enseñó el Señor Jesús: “Les aseguro que en el día del juicio final todos tendrán que explicar por qué usaron su boca y su lengua para hacer mal a los demás. Dios juzgará a cada uno de acuerdo con sus palabras: si dijeron cosas buenas se salvarán, pero si dijeron cosas malas serán castigados.” (Mateo 12:36, 37. Traducción en Lenguaje Actual)
No podemos eludir la responsabilidad por lo que hacemos. Así haya caído inocentemente en la trampa, deberá responder y más cuando llega a conocer qué encierran algunas prácticas ocultistas.
Es tiempo de romper con las maldiciones
Hay quienes consideran que las prácticas ocultistas no encierran ningún peligro; incluso, me han tildado de fanático extremista al plantearlo; no obstante, me identifico con una pareja de autores italianos que libraron una intensa lucha para sacar a Satanás de su territorio:
“Pero está ausente de la gran mayoría de nosotros la conciencia de los planos invisible, y, sin embargo, buena parte de nuestra vida se desarrollar en los ámbitos espiritual, mental y emocional, que son precisamente complementos invisibles, pero no por eso menos reales… Estos planos invisibles poseen sus propias frecuencias, sus propios espacios y leyes, el único límite está en que nuestros conocimientos científicos no se encuentran aún en un grado de relacionarse con ellos y de medirlos y dominarlos como lo hacemos habitualmente con las ondas radiales… En cambio, quien practica la magia negra conoce bien estos planos invisibles, junto con las leyes que los regula, porque es precisamente a través de estos planos como ejercen sus maleficios.” (Casadei, Lucía y Francisco. “Cara a cara con el demonio.” Ediciones San Pablo, Colombia. 2011. Pg. 27)
Satanás sabe vender el engaño y las prácticas ocultistas son una de sus estrategias más poderosas para tener camino expedito al interior de las familias, trayendo destrucción.
Las maldiciones que desencadena abrir las puertas de casa a las prácticas del ocultismo, así como el derecho legal que se le concede al mundo de las tinieblas, se rompe cuando voluntariamente renunciamos a esos pactos.
Recuerde que “…la lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias.” (Proverbios 18:21, Nueva Traducción Viviente)
Usted debe verbalizar la renuncia a todo lo oculto. Hágalo mediante confesión sincera de su pecado y la determinación de romper con toda atadura al mundo de las tinieblas. Es una decisión suya y nada más que suya.
El segundo elemento que encierra mucha importancia, es determinarse por ser fiel a Dios; no solo usted sino también su familia.
Un hombre de la antigüedad –el conquistador Josué — se decidió por el Señor y asumió públicamente ese compromiso ante el pueblo de Israel, atrayendo las bendiciones de Dios para su generaciones: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (Josué 24:14, 15. Versión Reina Valera 1960)
Ese es el tipo de decisiones que nace en lo más profundo de nuestro ser y tienen trascendencia también para la familia. Nos decidimos por lo mejor: por la fidelidad a Dios y las bendiciones que se derivan de caminar tomados de Su mano.
Claro, enfrentará oposición
“Desde que opté por buscar a Dios, se han incrementado los problemas”, me escribió un ingeniero desde Monterrey, en México. Es previsible. Satanás no quiere perder el control sobre la vida de las personas que por años mantuvo atadas.
El Señor Jesús advierte en las Escrituras que “Cuando un espíritu malo sale de alguien, viaja por el desierto buscando donde descansar. Cuando no encuentra ningún lugar, dice: “Mejor regresaré a mi antigua casa y me meteré de nuevo en ella”. Cuando regresa, la encuentra desocupada, limpia y ordenada. Entonces va y busca a otros siete espíritus peores que él, y se meten dentro de aquella persona y viven allí. ¡Y la pobre termina peor que cuando sólo tenía un espíritu malo! Esto mismo va a pasarles a ustedes, porque son muy malos.” (Mateo 12:43-45, Traducción en Lenguaje Actual)
Por esa razón, a la decisión de renunciar a toda práctica ocultista, debe sumar una segunda: la fidelidad a Dios (Cf. Josué 24:14, 15).
Sólo cuando lo hace, se logra la ruptura total de las ataduras, como instruye el profeta: “En ese día, el SEÑOR acabará con la servidumbre de su pueblo; romperá el yugo de la esclavitud y se lo quitará de los hombros.” (Isaías 10:27, Nueva Traducción Viviente)
No olvide jamás que si usted determina renunciar a los yugos del ocultismo, y marcha de la mano del Señor Jesús, Él le asegura la victoria definitiva. No deje pasar esta oportunidad: hoy es el día para hacerlo…
La mejor decisión que toda persona puede tomar, es rendirse a Cristo, Abrirle las puertas de su corazón. Puedo asegurarle que su vida jamás será la misma. Aceptar a Cristo es la mejor decisión.
Preguntas para evaluar la Lección 6:
Es importante que al terminar de estudiar la Lección se formule unas sencillas preguntas de repaso:
a.- ¿Estuvo inmerso en prácticas ocultistas antes de tener una relación personal con el Señor Jesús?
b.- ¿Renunció a esas prácticas ocultistas? ¿Lo hizo ante Dios, tras arrepentirse?
c.- ¿Por qué no podemos ceder a la tentación de caer en las prácticas ocultistas (Proverbios 6:2)?
d.- ¿Qué dice la Biblia en cuanto a las ataduras y maldiciones que generan las prácticas ocultistas (Deuteronomio 7:25, 26)?
e.- ¿Qué responsabilidad asumimos ante Dios por las prácticas ocultistas (Mateo 12:36, 37)?
f.- ¿Qué advertencia hizo Dios en cuanto a las prácticas ocultistas de los pueblos que Israel iba a conquistar (Josué 24:14, 15)?
g.- Si alguien salió de prácticas ocultistas y recayó, ¿qué ocurre (Mateo 12:43-45)?
h.- ¿Qué hace Dios cuando decidimos romper con las ataduras al ocultismo (Isaías 10:27)?
Publicado en: Guerra Espiritual
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