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¿Por qué una actitud perdonadora mejora la relación familiar?

¿Por qué una actitud perdonadora mejora la relación familiar?

1.- Base Bíblica: Mateo 5:21-24;

2.- Meditación familiar:

Me escribe un obrero de la construcción desde Lima, en e Perú. “Mi hogar está deshecho — dice el correo electrónico —. Creo que no puedo más. No puedo soportar la actitud de mi esposa.” Esas pocas líneas me llevaron a comprender — y de hecho así se lo expliqué — que el problema más grande en su vida no eran los conflictos sino una actitud no perdonadora.

Cuando procuramos encontrar soluciones a los enfrentamientos en la relación de pareja y con los hijos, hallamos que guardar rencor y no procurar soluciones a las dificultades, no solo agigantan los problemas sino que — de paso — contaminan el corazón.

¿Conduce auto? Si es así: ¿Le ocurrió alguna vez que un neumático del carro se averió y, justo en ese momento, descubre que no reparó a tiempo la llanta de repuesto? No hay nada que hacer y usted se encuentra varado en medio de una carretera solitaria, preguntándose: ¿Qué hacer?, y recriminándose a continuación: “Debí arreglar la otra goma a tiempo”.

Igual ocurre con muchas relaciones matrimoniales. Se tornan conflictivas aún cuando pudieron resolverse con antelación los conflictos. Sólo descubrimos la gravedad del asunto cuando estamos en una oficina de juzgado, prestos a un divorcio.

Si algo resulta dramático para una pareja, es que al término de un tiempo de separarse, descubran que una actitud orgullosa y egoísta, les llevó a levantar barreras en la relación y a no perdonarse mutuamente.

Si tan solo hubiese perdonado a mi esposo, si hubiese renunciado a mi orgullo, la relación no se habría deteriorado tanto”, se lamentó una joven mujer meses después del divorcio. De la relación quedan dos hijos, los cuales debe dejar en la mañana en una guardería infantil antes de irse a trabajar. Ella está muy adolorida con la situación, pero su esposo no quiere volver a casa.

Le recuerdo que hay muchas expresiones como “Si hubiese…” que no edifican sino que, por el contrario, nos llevan a lamentarnos toda la vida. Deberíamos tomar la decisión a tiempo, no cuando es tarde.

A continuación compartimos con ustedes algunas reflexiones valiosas alrededor de la necesidad de perdonar a tiempo y evitar que una actitud orgullosa, termine desembocando en una separación que pudo evitarse.

Recuerde que las heridas emocionales, fruto de los conflictos sin resolver, terminan tornándose profundas y llevan a una decisión equivocada: Separarse. Si tomamos la decisión de revisar cómo anda nuestra relación matrimonial, siempre hay lugar para corregir. El autor Gary Chapman, escribe al respecto:
“Las palabras ásperas y las actitudes egoístas pudieron haber dejado huellas en la relación. Sin embargo, la sanación es posible y comienza con la identificación de las faltas cometidas, con el fin de que podamos confersarlas y pedir perdón.” (Gary Chapman. “Los 5 lenguajes del amor – Devocionales”. Tyndalye House Editores. 2012. EE.UU. 09/02)
Para ayudarle en el proceso de evaluación le invito a formularse tres preguntas fundamentales:
a.- ¿Cuáles de mis actitudes pudieran haber causado heridas en mi pareja?

b.- ¿Qué barreras se han levantado en nuestra relación de pareja?

c. - ¿Podría pedirle a mi cónyuge que haga una lista de aspectos en los que yo podría mejorar?
Cuando vamos a las Escrituras, encontramos cuál es la apreciación que tiene Dios para la falta de perdón: “Han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines. Si cometes asesinato quedarás sujeto a juicio” Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno. Por lo tanto, si presentas una ofrenda en el altar del templo y de pronto recuerdas que alguien tiene algo contra ti, deja la ofrenda allí en el altar. Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios.” (Mateo 5:21-24. NTV)

Si desea avanzar espiritualmente pero a la par, experimentar crecimiento personal, es esencial que revise cómo anda su relación de pareja o con los hijos, y se disponga a perdonarlos. Puedo asegurarle que es un paso fundamental para que pueda mejorar su intimidad con Dios, la paz interior que tanto anhela y, de paso, disfrutar de la enorme bendición que representa el matrimonio.

3.- Oración familiar:

“Amado Dios y Padre de los cielos, como familia te damos gracias por este nuevo día que nos regalas. Es maravilloso tener vida, cuando meditamos en el hecho de que millares de personas quizá murieron en la noche. Te pedimos en este momento que nos concedas la sabiduría necesaria para reconocer si hay en nuestro corazón una actitud no perdonadora que debe ser corregida. Danos el poder y la fortaleza para persistir en el perdón. Sometemos nuestras vidas como familia, en tus divinas manos. Amén.”

4.- Una Meta familiar para hoy:

Dispondré mi corazón para perdonar a mi familia, con ayuda de Dios

Publicado en: Altar Familiar


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