Hora de reinventarnos a nivel personal y familiar

Estamos llamados a reinventarnos a nivel personal y familiar.

Si alguna vez visita la ciudad de Santiago de Cali, no puede dejar de ir al Zoológico Municipal, uno de los lugares más hermosos en su género en toda Latinoamérica.

Con motivo de la pandemia mundial, debieron reinventarse. Fue la única manera de asegurar la supervivencia de los 2.500 animales de diversas especies que alojan y el sostenimiento de 250 empleados que mensualmente demandan un costo superior a los 250 mil dólares.

¿Y cómo lo hicieron? Acudiendo a la creatividad y haciendo acopio de la perseverancia.

Crearon un “pasaporte de membresía vitalicia” al que denominaron “Amigos por siempre”. También visitas guiadas por las redes sociales y algo más ajeno a su misión normal: preparar almuerzos a módicos precios que ofrecieron y distribuyeron a domicilio en los diferentes sectores de la capital. Fue una forma novedosa de reinventarse.

Hace poco leí la historia de la médica Carmen Sánchez, residente en Plasencia, España. La conocen como la “doctora Alegría”.

Atendiendo un paciente, se contagio de Covid-19. Y como debió aislarse por un buen tiempo, inició un consultorio virtual a través de sus cuentas de redes sociales.

Esa fue su forma de reinventarse para no perder su vigencia como profesional y, además, de sentirse útil por medio de sus conocimientos.

Semanalmente llegó a recibir más de 50 consultas de los países de habla hispana. Reinventarse le permitió alcanzar muchas más personas que en su consultorio convencional.

La Biblia nos habla de un padre de familia y líder religioso que debió reinventarse. Me refiero a Nicodemo. Su historia la leemos en Juan 3: 1-14.

Entendió que su religiosidad no servía de nada. Era necesario vivenciar los principios aprendidos y llevarlos a la práctica en su relación con la esposa, con los hijos y con las personas que le rodeaban.

De hecho, el Señor Jesús le dijo:

“Pero ustedes saben que Jesucristo se manifestó para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.  Todo el que permanece en él no practica el pecado. Todo el que practica el pecado no lo ha visto ni lo ha conocido.” (versos 5, 6)

Hoy es el día para que revise cómo ha sido su relación a nivel familiar. ¿De qué manera debe reinventarse? Un auto examen sincero, con ayuda de Dios, le permitirá identificar en qué debe mejorar.

Establezca los errores y fíjese el propósito de cambiar y crecer. El Señor Jesucristo desea ayudarlo en ese propósito. Recuerde que esa es una forma de reinventarse. Imprimirle un giro valioso a su existencia. También, caminar en consonancia con los principios divinos para su existencia.

Recuérdelo: reinventarse es cambiar. Persevere en esa meta. Prendidos de la mano de nuestro Señor y Salvador, podremos lograrlo.

Decídase hoy. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo. Tomado de Su mano poderosa, emprende el maravilloso camino hacia el cambio y crecimiento que, además, ejercerá una poderosa influencia en su familia.

Escrito por: Fernando Alexis Jiménez

Artículo Original: https://www.mensajerodelapalabra.com/site/?p=10215


Publicado en: Reflexiones

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