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El afán y las preocupaciones, una barrera para nuestro crecimiento cristiano

El afán y las preocupaciones, una barrera para nuestro crecimiento cristiano

Lectura Bíblica : Lucas 10:38-42; Salmos 39:6; Mateo 6:31, 32

Introducción:

Todos estamos llamados por Jesús a cambiar y experimentar una nueva vida. Esa transformación poderosa toma fuerza no solo en nuestra existencia y en la dimensión espiritual, sino en la relación familiar. Todos esos cambios que nos llevan a nuevos niveles siempre, son posibles cuando abrimos la puerta del corazón al amado Salvador. En el proceso, y con ayuda de Dios, debemos despojarnos del pesado lastre que nos impide avanzar.

I.- Si deseamos experimentar crecimiento, debemos abrirle las puertas de nuestra vida a Jesús (v. 38)

1.- Cuando le abrimos las puertas de nuestro hogar a Jesús todo experimenta transformación (v. 38; 1 Corintios 1:9; Apocalipsis 3:20)

a.- Nuestra vida personal experimenta transformación (Cp. Marcos 9:37; 10:40)

b.- Nuestra vida espiritual experimenta transformación (Juan 3:29; 1:12)

c.- Nuestra vida familiar experimenta transformación

Ilustración: Betania era una pequeña ciudad que aparece en varios pasajes Escriturales que hacen alusión al ministerio terrenal del Señor Jesús (Cp. Marcos 14:3-9; Juan 11:1) Está situada a 3 kilómetros al oriente de Jerusalén, muy cerca del monteo de Los Olivos. Su nombre actual es El-Azariyeh.

2.- Abrir nuestra vida y hogar a Cristo, parte de una decisión como ocurrió con Marta (v. 38)

I.- Si deseamos experimentar crecimiento, debemos unir decisión y disposición (vv. 39, 40a)

1.- Contrario a lo que ocurría con Marta, que tomó la decisión de abrir las puertas de su casa, María tenía la disposición de corazón (v. 39)

a.- Disposición para aprender

b.- Disposición para atesorar en el corazón

c.- Disposición para llevar a la práctica todo cuanto aprendemos

Ilustración: “Para que nuestra vida llegue a cumplir su verdadero propósito, es preciso llevar otra vida dentro de nosotros, así como la oruga lleva las células de la mariposa… Jesús nos ofrece la nueva vida que necesitamos para permanecer para siempre. Si hemos recibido al Hijo de Dios como nuestro Salvador y también como el Señor de nuestra vida, sabemos que tenemos vida eterna.” (Harmut Sayk. “Metamorfosis espiritual”. Revista Mensajero de Paz. Edición 05/2015. Número 408. Bolivia)

2.- Al igual que en el caso de Marta, las preocupaciones ahogan la disposición del corazón y nos alejan de la relación con Dios (v. 40 a)

“Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres…”

III.- Si deseamos experimentar crecimiento, debemos deshacernos de los afanes y preocupaciones (vv. 41, 42)

1.- Marta no tenía definidas las prioridades: Privilegiaba la decisión sobre la disposición (v. 40 B)

2.- Para el Señor Jesús tienen valor la decisión pero también, la disposición para recibirle (v. 41)

a.- El Señor Jesús llamó a hacer un alto en el camino

b.- El Señor Jesús llamó redefinir las prioridades en nuestra vida

c.- El Señor Jesús llamó a reconocer que el mucho afán no glorifica a Dios

3.- Jesús espera decisión y disposición de corazón, anteponiendo la nueva vida en Él por encima de las preocupaciones mundanas (v. 41)

a.- La vida es demasiado corta como para desgastarnos en preocupaciones y afanes (Salmos 39:6)

b.- Si estamos en el plan de Dios, Él bendice nuestro trabajo (Eclesiastés 2:26)

c.- El Señor Jesús enseñó que los afanes del mundo ahogan nuestra espiritualidad (Mateo 13:7, 22)

d.- Dios espera que le entreguemos nuestros motivos de preocupación (Mateo 6:31, 32)

Conclusión:

Sin duda no solo usted sino infinidad de personas anhelan emprender una nueva vida. Una vida de victoria en la que experimentemos crecimiento constante y sostenido en todas las áreas. ¿Es esto posible? Por supuesto que sí cuando tomamos la decisión oportuna y asumimos la disposición necesaria en nuestro corazón. Estos dos ingredientes son esenciales para que Dios pueda obrar poderosamente en nuestro ser. A partir de ahí, comenzamos un crecimiento personal, espiritual y familiar como siempre hemos anhelado.

Publicado en: Sermones


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