¿Cómo lograr una familia en armonía?
1. Lectura Bíblica: Proverbios 28.18
2. Reflexión familiar:
¿Alguna vez soñó con un matrimonio sólido, en el que hubiese entendimiento, los problemas se resolvieran mediante el diálogo y usted junto con su cónyuge crecieran juntos en todas las áreas de la vida? ¿Pensó quizá que era posible que sus hijos terminaran su secundaria y fueran a una buena universidad?
Si su respuesta a estas dos preguntas es positiva, permítame formularle un tercer interrogante: ¿Qué le llevó a renunciar a sus sueños? Y algo más: ¿En qué momento perdió la visión para su familia y para usted mismo?
Cuando vamos al libro de los triunfadores que es la Biblia, encontramos un principio de éxito que escribió el rey Salomón: “Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero bienaventurado es el que guarda la ley.” (Proverbios 28:18. La Biblia de Las Américas)
El paso del tiempo no ha probado que ese fundamento de victoria no tenga vigencia hoy. Por el contrario, padres de familia con visión han edificado relaciones conyugales firmes y, además, llevaron a sus hijos a salir adelante, aunque las circunstancias fueran adversas y no tuvieran suficientes recursos.
Generalmente olvidamos que de parte nuestra, dispuesto a dar la batalla hombro con hombro, es Dios mismo. Él es nuestro Creador pero también es nuestro Padre. Nos concibió con enormes potencialidades, dones y talentos que nos pueden llevar muy lejos y también a nuestra familia.
Basta que nos decidamos, saquemos del baúl del olvido aquellos sueños y metas que no recordamos hoy, y demos pasos— puede que cortos— hacia la concresión de esos objetivos.
Myles Munroe, el afamado motivador cristiano escribe:“Tu vida no es un experimento divino, sino un proyecto de Providencia para cumplir un propósito que necesita tu generación. Este propósito personal es la fuente de tu visión y es lo que le da significado a tu vida… Tu futuro no está delante de ti, sino dentro de ti. Debes ver más allá de tus ojos y debes vivir para realizar aquello que no se ve todavía. Tu visión determina tu destino.” (Myles Munroe. “Los principios y el poder de la visión”. Whitaker House. 2003. EE. UU. Pg. 11)El hecho de que otras personas alrededor nuestro no tengan matrimonios sólidos, hijos con mentalidad de ganadores dispuestos a estudiar una carrera, y que aquellos que conoces se hayan dejado arrastrar por el desánimo, no significa que en tu vida ocurre lo mismo. Insisto: Dios te creó para ser un ganador, y la decisión de llegar a serlo no depende de los demás ni de las circunstancias, es tu propia decisión.
Porque vale la pena, porque tú lo necesitas al igual que tu familia, levántate hoy del estado de resignación y emprende el camino hacia grandes metas. Recobra tu visión. Emprende el camino. Serás recompensado por Dios y por la vida, al alcanzar la realización plena que es lo que muchos llaman éxito.
Y el primer paso para lograr todo eso, no es otro que recibir a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida. Prendidos de su mano emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual que tanto ha anhelado. Puedo asegurarle que es una decisión de la que jamás se arrepentirá.
3. Oración familiar:
“Amado Dios, reconozco delante de tu presencia que con más frecuencia de lo que debiera, renuncio a mis sueños. La visión que tenía de una familia sólida, con hijos estudiando en la universidad y nietos fruto de un hogar cristiano, han quedado atrás. Hoy reconozco mi error porque tú deseas que soñemos grandes sueños. Someto mi vida y mi familia en tus manos, y te pido que me ayudes a conquistar aquello que he soñado para mí y para mi familia. En tus manos quedamos, Amén”
4. Una Meta familiar:
Desde hoy recobraré los sueños que dejé abandonados, y con ayuda del Señor avanzaré hacia grandes objetivos para mi bien y el de mi familia
Publicado en: Altar Familiar
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