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Avanza a la victoria quien jamás renuncia a sus sueños


(Vida Victoriosa – Cap. 8)

Avanza a la victoria quien jamás renuncia a sus sueños (Vida Victoriosa – Cap. 8)

¿Ha pensado alguna vez que avanzan hacia la victoria quienes jamás renuncian a sus sueños? Tome unos segundos y medite en el asunto. Si contamos con un Dios de poder, un Dios que no encuentra límites para obrar, ¿por qué habríamos de guardar en el baúl de los recuerdos aquello que nos animó en la niñez o quizá la juventud?

Leo Sternbach perdió la cuenta de los días y noches que pasó experimentando con químicos antes de recibir la notificación de sus superiores, para que renunciara a las investigaciones encaminadas a encontrar un tratamiento eficaz para la ansiedad.

Pero el científico no se dio por vencido. Por el contrario, siguió intentándolo en medio de tubos de ensayo, microscopios y probetas en los que se mezclaba sustancias hasta ver nacer el Valium, un tranquilizante que cumplió cuarenta años de estar en el mercado.

No negamos que hoy otros componentes cumplen un mejor desempeño médico para tratamientos de problemas mentales, pero en su momento, ese fármaco fue un gran avance.

El facultativo de 95 años, recordaría que insistió una y otra vez porque jamás se resignó a la derrota. Hasta que lo logró.

Un amanecer cualquiera de 1963, no sólo obtuvo la patente sino también la aprobación para comercializar el medicamento.

Sternbach nació en Croacia y comenzó su carrera en 1940, en Suiza. Luego emigró a los Estados Unidos por temor a una ocupación nazi. Su trasegar al servicio de la ciencia ha sido reconocido con exaltaciones internacionales. Pero la mayor virtud que le asiste es la perseverancia. Sólo de esta manera conquistó sus ideales.

El valor de perseverar en los sueños y metas

Sólo quienes perseveran en la conquista de sus sueños, logran pasar de las palabras a la realidad. Sin embargo, en este camino es natural encontrarse con poderosos enemigos como el desánimo, prestar atención a las críticas, renunciar ante los primeros fracasos, y la pereza.Sobre el particular advierte el autor sagrado: “La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre” (Proverbios 19:15. Nueva Versión Internacional).

No es otra cosa que una invitación a la persistencia, a no desfallecer, a no cansarnos jamás sino a insistir cuantas veces sea necesario.

Dios nos creó con todas las potencialidades para ser ganadores; pero depende de nuestra decisión adónde lleguemos.

Quizá usted emprendió algún proyecto pero desistió. Con fe en el Señor, es hora de que comience de nuevo. Puede llegar lejos, sólo basta proponérnoslo y perseverar. ¡Animo! ¡Comience ahora!.

No le tema a cruzar fronteras

Alguien dijo una vez que solamente los que sueñan cruzan fronteras y saltan barreras. Y tenía razón, porque los sueños— desde el momento en el que se conciben— están en el terreno de lo intangible y demandan de nosotros esfuerzo y perseverancia para verlos materializados.

Todos tenemos sueños. Usted los tiene. Diferente es que, ante los tropiezos, haya renunciado a sus sueños. ¡Hoy es el día de retomarlos!

Nick Vujicic, quien nació sin extremidades, tiene autoridad moral y espiritual para hablarnos de los sueños porque a pesar de sus limitaciones, no solo ha influenciado la vida de millares de personas en todo el mundo, sino porque además, comparte con usted y conmigo, una familia maravillosa.

Es precisamente este autor quien recomienda: “Debes tener el valor para perseguir tus sueños y nunca dudar de tu posibilidad para afrontar los desafíos que llegan a diario. Yo he podido comprobar la increíble capacidad que tienen las personas para sobreponerse a las circunstancias.” (Nick Vujicic. “Una vida sin límites”. Editorial MP. Colombia. 2013. Pg. 55)

Los soñadores no se detienen. Es algo que muy dentro de su ser: La perseverancia. Tienen claro que el común denominador entre los perdedores es darse por vencidos fácilmente.

Con su actitud— de perseverancia o de renuncia ante los primeros obstáculos— determinan su presente y su futuro.

Ser vencedor no es algo que conseguimos, parte de una determinación: Permitir que Dios desarrolle en nuestra vida los dones, talentos y habilidades con las que nos concibió. Él nos hizo vencedores.

Caleb, uno de los hombres que entró primero como explorador en la tierra prometida, halló enormes gigantes que podían frenar la conquista de los enormes territorios. No obstante, por su condición de vencedor, trajo un anuncio alentador: Podremos entrar y comer a nuestros enemigos como pan. Actitud, decisión, perseverancia.

Y lo más sorprendente: Cuando tenía ochenta años, antes que pensar que era muy viejo, fue a reclamar los terrenos que Dios le había prometido a través de Moisés. No eran en zona plana, sino en un momento, pero él— como vencedor— estaba dispuesto a asumir el reto y convertir en productivas extensas hectáreas que para muchos eran sólo para ganado.

Cuenta la Biblia que Caleb fue a Josué y le dijo: “Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-Barnea, tocante a ti y a mí... Yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios... Jehová me ha hecho vivir estos cuarenta y cinco años... Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió... Dame, pues, ahora este monte...” (Josué 14:6-14)

La sociedad reclama hombres y mujeres conscientes de su potencial de ganadores. Hombres y mujeres que saben, a ciencia cierta, que Dios los llamó a vencer. Hombres y mujeres que no se detienen ante los primeros obstáculos. Esas son las personas que llegan lejos, que conquistan territorios, que edifican familias sólidas, que ascienden en el trabajo.

Desarrolle una actitud de vencedor

La actitud de vencedores va de la mano de Dios. Se dan pasos, algunas veces cortos pero sólidos, camino hacia la victoria. Y si surgen dificultades, con ayuda del Señor se superan.

Actitud, disposición, perseverancia, tres elementos que se amalgaman para permitirnos llegar a la meta.

Por supuesto, hay decisiones que no son fáciles, sobre todo cuando demandan grandes cambios en nuestra vida y –por supuesto— la de nuestra familia. Tal vez tenemos grandes sueños pero ir en dirección hacia ellos, demanda que dejemos la comodidad de hoy y demos pasos hacia lo desconocido. En esencial, desarrollar una actitud de vencedor.

¿Ejemplos? Permítame ponerle uno. El caso de Abraham. Era un próspero ganadero en tierra de los caldeos. Sin duda, tenía sueños. Anhelaba algo más de la vida que la simple rutina de levantarse muy temprano para ver cabras y reses. Y sabía que ese algo más era Dios mismo, su guía, su ayudador.

El día menos pensado, Aquél en quien pensaba y descansaba, cambió sus planes: “El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti». Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, y todas sus posesiones — sus animales y todas las personas que había incorporado a los de su casa en Harán— y se dirigió a la tierra de Canaán.” (Génesis 12:1_5. NTV)

Por favor, tenga en cuenta que los sueños no son solamente nuestros sueños sino que involucran a nuestra familia. Esa fue la razón por la que Abraham emprendió el viaje con todos los suyos.

¿Prospera usted? También su familia. Lo que consiga, así sea el producto de mucho esfuerzo, traerá contentamiento a su vida pero también a la de su cónyuge y a sus hijos. Esa debe ser la esencia porque cuando contrajo matrimonio, se unió en una sola persona con quien ama.

Nunca deje de soñar

Jamás deje de soñar grandes sueños, para usted y su familia. Tenga claro adónde quiere llegar, y de los primeros pasos, dispuesto siempre a que el Señor le marque la ruta.

Nick Vujcic describe ese paso importante en su vida con las siguientes palabras: “Tú puedes tener un sueño maravilloso; solo trata de mantener tu mente abierta lo suficiente para soportar que tal vez Dios, tenga un camino distinto para tu vida. Tal vez es distinto al que habías soñado. Existen muchas formas de alcanzar tu sueño, no te desanimes si no puedes ver el camino que te llevará a tu sueño.” (Nick Vujucic. “Una vida sin límites”. Editorial MP. Colombia. 2013. Pg. 61)

¿Cuál es el mayor problema que enfrentamos los seres humanos? Que renunciamos con facilidad a nuestros sueños. Ante el primer obstáculo, salimos corriendo o, simplemente, nos damos por vencidos. Olvidamos que Dios, nuestro amado Dios, nos concibió con las potencialidades para ser triunfadores.

El afamado autor Vujucic recomienda: “Cuando estés tentado a abandonar tus sueños, presiónate a ti mismo para continuar por lo menos un día más, una semana más, un mes más, un año más. Te sorprenderás al ver lo que sucede cuando te niegas a darte por vencido.” (Nick Vujucic. “Una vida sin límites”. Editorial MP. Colombia. 2013. Pg. 61)

Hoy es el día de recobrar esos sueños que guardó en el baúl del olvido, y reemprender el camino de la mano de Dios, como lo hizo Abraham. Puedo asegurarle que llegará a la meta, porque Él quiere lo mejor para nosotros y para los nuestros: nuestro cónyuge y los hijos, esa bendición que nos regaló.

Quienes sueñan grandes sueños avanzan camino a la victoria, tomados de la mano de Dios.

Publicado en: Libros Electrónicos


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