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La prudencia, las crisis y las bendiciones en el cristiano

La prudencia, las crisis y las bendiciones en el cristiano

1.- Base Bíblica: Proverbios 13:1-25

2.- Objetivos:

2.1. Que al terminar la reunión los asistentes asuman en su vida la importancia de ser prudentes en lo que dicen y lo que hacen, evidenciando en sus acciones que hay rectitud en el corazón.

2.2. Que al terminar la reunión los asistentes comprendan la importancia de ser muy cuidadosos con la información que guardan en su corazón, y a la vez, asimilar la necesidad de escoger cuidadosamente sus amistades, dejando de lado aquellos que les instan a pecar.

2.3. Que al terminar la reunión los asistentes tengan claridad sobre el verdadero valor de los bienes, que son un medio que nos provee Dios y no en el único y principal fin de la vida de un cristiano. Principalmente se orientará a lograr el crecimiento personal y espiritual.

3.- Enseñanza Bíblica:

Prudencia, amistades y bendiciones, tres componentes esenciales en la vida del cristiano. Son cimientas de mucha significación. Es de suma importancia tenerlas en cuenta, no solo nosotros sino también como baluartes para sembrarlos en los hijos. Con fundamento en el capítulo 13 del libro de Proverbios, aprenderemos hoy una serie de principios que nos ayudan a avanzar en el proceso de alcanzar el éxito, representado en el crecimiento personal y espiritual.

3.1. ¿Obra con prudencia en lo que dice y en lo que hace?

Obrar con imprudencia está asociado, generalmente, con dos inclinaciones propias del ser humano: la primera, la impulsividad. Está relacionada con no medir el alcance de lo que decimos y de las consecuencias que tales palabras desatan. La segunda, procurar resolver todos los asuntos al amparo de nuestra propia lógica. Eso, por supuesto, va en contravía de un principio esencial, y es que toda persona tiene su propia perspectiva de las cosas. Una cosmovisión particular que obedece a los principios y valores que maneja cada individuo (Proverbios 13:16).

Partiendo de esta base, el rey Salomón comparte con unas valiosas pautas: el primera instancia, cuidarnos de lo que decimos porque de ser mesurados depende si nos irá bien o mal (versículos 2, 3, 5, 17). En adelante una meta será cuidarnos al expresarnos.

Ligado a esto se encuentra la importancia de obrar con rectitud (versículos 6, 9, 13, 21). La Biblia menciona que nos da solidez en lo personal pero también cuando interactuamos con los demás. Tenga presente siempre que la vida cristiana está estrechamente relacionada con dos elementos de suma importancia. El primero, la práctica, y el crecimiento en dos niveles: personal y espiritual.

3.2. Dime con quien andas y te diré quien eres

La sociedad ejerce una poderosa influencia en los individuos. Por esa razón, si lo permitimos, usted y yo terminaríamos pensando y actuando como los demás, con los mimos principios que conducen a los demás, y gobernados por iguales anti-valores. La Biblia es muy clara cuando nos advierte sobre el peligro de no velar por la información que guardamos en nuestra mente, y el tipo de personas con las que nos asociamos (Proverbios 13:20).

Un elemento de suma importancia es poner freno a conversaciones subidas de tono, chistes vulgares, chismorreo, leer información cargada de sensualidad y apreciar imágenes asociadas con pornografía (versículo 14).

Una persona a quien brindaba consejería, me compartió que libraba una tremenda lucha con la depresión. Al ahondar en el asunto, descubrimos que veía pornografía, lo que abría las puertas a Satanás para que le produjera altibajos en su estado de ánimo. ¡Cuidado con lo que ve y ore, y también lo que guarda en su corazón!

Sin duda todos queremos ver materializados nuestros más caros anhelos: reflejados en una familia de éxito, crecimiento en nuestra vida personal y espiritual, prosperidad en todo lo que emprendemos, proyectos viables. Todo esto es posible si damos pasos, confiando no en nuestras fuerzas sino en el poder de Dios (versículos 12, 15, 19) y en esa dirección debemos instruir a nuestros hijos: tener amistades que edifiquen y dependan enteramente de Dios (versículo 24).

3.3. ¿Cuál es la fuente de nuestras bendiciones y las riquezas?

Sorprende que nuestra sociedad acuda en una afanosa carrera por alcanzar prosperidad económica. Se han tergiversado los valores. Primero el interés por alcanzar solidez económica antes que lograr el desarrollo en lo personal y espiritual. No obstante, el cristiano tiene claro que “los ricos se vuelven ricos, y sufren hambre; pero a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien” (Salmos 34:11, Versión Popular)

Este principio bíblico se encuentra íntimamente relacionado con la enseñanza del rey Salomón cuando instruye:

“En el campo hay comida abundante, pero mucho se pierde donde no hay justicia” (Proverbios 13:23. Cf. 13:25, Versión Popular)

La fuente de las bendiciones y las riquezas es Dios mismo (Proverbios 10:22), pero es necesario que nos remitamos al capítulo 13 de Proverbios para descubrir y asimilar principios de suma importancia. Por ejemplo: la diligencia. Dios nos ayuda pero debemos poner manos a la obra. Hay quienes enseñan e incluso conciben proyectos maravillosos, pero no los concretan porque no hacen nada— tomados de la mano de Dios— para materializarlos (versículos 4, 11). En Dios es en quien prosperamos. Él es quien nos provee, aun mucho más de lo que necesitamos y siempre en abundancia.

Sume a estos elementos otro de trascendencia: saber manejar cuanto nos ha dado Dios. Los bienes materiales no deben afectar nuestra forma de pensar y de actuar. El orgullo no es buen consejero (versículo 10) como tampoco hacer alarde de cuanto tenemos y no tememos (versículos 7, 8). Quienes obran así, sin duda se preocupan de las apariencias por encima de la realidad.

Y por último, la importancia de recibir consejos sabios, de Dios primeramente, y de quienes tienen más conocimientos en el campo financiero (versículo 18). De nuestra prudencia hoy, depende que podamos dejar herencia a nuestros hijos, que es ante todo un principio ético y moral obligado en todo padre cristiano (versículo 22). Ahora, cabe aclarar que la herencia no siempre es económica, pero al menos, que se vea materializada en principios y valores que les dan sólidas bases en Dios para alcanzar el éxito.

4.- Preguntas para reflexionar :

a.- ¿Por qué la impulsividad y resolver toda situación de conflicto de acuerdo con nuestra lógica y perspectiva, nos acarrean tantos problemas?

b.- ¿Por qué debemos tomar en consideración lo que piensan los demás en un proceso de resolución de conflictos?

c.- ¿Qué necesidad tenemos de ser cuidadosos con la información que recibe y procesa nuestro corazón? Explique por qué.

d.- ¿Por qué razón la Biblia recomienda asociarnos con personas sabias?

e.- ¿Está bien que un cristiano esté inmerso en conversaciones desagradables, expresiones vulgares o chistes con fuerte contenido pornográfico? Expliqué por qué.

f.- ¿Explique la razón por la que debemos edificar a nuestros hijos en principios y valores?

g.- Para el cristiano, ¿cuál es la fuente de las bendiciones y las riquezas?

h.- ¿Por qué razón muchas personas sueñan alcanzar metas y proyectos y no logran materializarlos?

Publicado en: Grupos Familiares


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