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El gran compromiso: Asegurar la sostenibilidad de la nueva iglesia


(Lección 9)

El gran compromiso: Asegurar la sostenibilidad de la nueva iglesia (Lección 9)

Sembrar una nueva iglesia es, para el cristiano comprometido, como engendrar un hijo. No lo podemos dejar a la deriva sino que nuestro propósito es ayudarlo en el proceso de crecimiento, y aun cuando se puede valer por si mismo, le acompañamos en el crecimiento hasta que se puede valer por sí mismo.

Insisto, es el caso que aplica para los espacios para la reunión de creyentes que establecemos fuera de nuestro radio de acción.

Las células como estrategia de fortalecimiento

Una vez establecida la nueva iglesia, se puede acudir a la estrategia de grupos pequeños— que no son otras cosas que reuniones en los hogares— para propiciar el acercamiento de personas interesadas en experimentar transformación en su ser.

El modelo resulta eficaz, sencillo y oportuno porque permite:

1. Crear un ambiente neutral para convocar y reunir a no-creyentes

2. Ayuda a despejar inquietudes de quienes apenas llegan

3. Desarrollar un discipulado efectivo

4. Establece un puente para llevar a los nuevos creyentes a la iglesia

En el libro “Movimiento para la Plantación de Iglesias", el autor David Garrison, enfatiza en la validez de promover el surgimiento y sostenibilidad de nuevas iglesias a partir de grupos pequeños:
"Los edificios para iglesias figuran en algunos Movimientos de Plantación de Iglesias. Sin embargo, en la mayoría de los casos las iglesias siguen siendo iglesias mediante las células pequeñas y reproducibles de 10 a 30 personas que se reúnen en hogares o en pequeños locales comerciales. Hay una distinción entre iglesias célula e iglesias en las casas. Las iglesias célula están relacionadas y unidas en una red estructurada. Muchas veces esta red está, a su vez, ligada a una entidad o iglesia materna. Las iglesias en las casas se parecen a las iglesias-célula, pero normalmente no están organizadas bajo una autoridad o jerarquía de autoridades. Como unidades autónomas, las iglesias en las casas no tienen la estructura unificadora de las iglesias célula, pero típicamente son más dinámicas. Cada modelo tiene sus ventajas. Las células son más fáciles de moldear y guiar hacia la uniformidad doctrinal, mientras que las iglesias en las casas son menos vulnerables a la represión por un gobierno hostil. Ambos tipos de iglesias son comunes en Movimientos de Plantación de Iglesias, frecuentemente apareciendo simultáneamente en el mismo movimiento.” (David Garrison, “Movimiento para la Plantación de Iglesias”. Oficina de Operaciones Internacionales de la Junta de Misiones de la Convención Bautista del Sur. EE.UU. Pg. 38)
Observe que, mediante grupos pequeños o células— que generalmente se reúnen en casas, resulta mucho más fácil hacer seguimiento a los nuevos creyentes. En ellos genera más confianza, porque las encuestas demuestran que muchas personas sienten un primer impacto que les intimida cuando les invitan a asistir a un templo por primera vez.

En las casas la situación no es así, sino que por el contrario, se genera un ambiente de mayor confianza.

Por su parte el autor cristiano, William Ortega explica que:
"La estrategia mas práctica para comenzar nuevas iglesias y así alcanzar toda una ciudad para Cristo, es abrir iglesias en sitios que no necesariamente son templos como: cines, teatros, hoteles, restaurantes y especialmente el uso de las casas. El uso de las casas para sembrar una nueva iglesia en algunas partes del mundo es lo más adecuado ya que la falta de terrenos o la falta de recursos económicos se obliga a que se usen las casas para sembrar así una nueva congregación.” (William Ortega. Manual Práctico para Siembra de Iglesias. México. Pg 196)
El hecho de ser iglesias a través de iglesias pequeñas, una vez se planta una nueva congregación, nos facilita el proceso de discipular.

Ahora, en el caso del discipulado, es esencial que hayan líderes en el primer nivel de establecimiento de la nueva congregación, que asuman este trabajo porque conforme pase el tiempo y se llegue a un nivel de solidez que asegure sostenibilidad en el tiempo del sitio de reunión, se deberán incorporar a la labor a los creyentes que ya fueron discipulados.

En su conjunto este abanico de compromisos demanda un liderazgo dinámico, convencido de la razón de ser del esfuerzo y la perseverancia, así como la indeclinable decisión de formar a otras personas que ayuden en la extensión del Reino de Dios.

El proceso es eso: Un proceso que demanda de nosotros perseverancia. Insisto: Seguir adelante así no veamos pronto los frutos. Dios tiene su propio tiempo para traer la cosecha (Cf. Mateo 4.26-29)

Tenga presente siempre que la Obra es de Dios y usted y yo somos simplemente instrumentos en Sus manos. Colaboradores en la siembra de nuevas iglesias porque la iglesia es el granero donde guardamos la cosecha, que en los términos del Reino de Dios, son las almas salvadas por Jesús el Señor, y que le abren su corazón como su único y suficiente Salvador.

Proceso de seguimiento

El seguimiento a la nueva iglesia debe ser no solo de carácter ministerial, sino de tipo administrativo. La iglesia madre debe asegurar la sostenibilidad de la congregación naciente por un determinado tiempo, sobre la base de que crear conciencia entre los nuevos creyentes sobre la necesidad de apoyar económicamente a la denominación, algunas veces no resulta tarea fácil.

En ese orden de ideas reviste especial apoyo que haya formatos en los que se consigne semanalmente la concurrencia de personas, especificando cuántos asisten por primera vez y el número de decisiones por Jesucristo.

En caso de producirse alguna situación como estancamiento de la nueva congregación o la mengua en el equipo de líderes locales, la iglesia madre está llamada a proveer apoyo hasta que se supere la eventualidad.

Usted y quienes promovieron la siembra de una nueva iglesia, debe velar porque la congregación sea un espacio de creyentes saludable. ¿Cómo identificamos una iglesia saludable? Acudo al autor David Gárrison quien lo explica de la siguiente manera:
"Los expertos en iglecrecimiento han escrito extensamente en años recientes sobre las características de una iglesia. La mayoría concuerda que una iglesia saludable debe cumplir cinco propósitos: 1) alabanza, 2) evangelismo y misiones 3) educación y discipulado, 4) ministerio y 5) compañerismo. En cada Movimiento de Plantación de Iglesias que estudiamos encontramos evidencia de estas cinco funciones. Algunos plantadores de iglesias han mencionado que cuando estos cinco índices de salud están fuertes, una iglesia no puede dejar de crecer. Se puede escribir mucha acerca de cada uno de los indicadores, pero el más significativo desde el punto de vista misiológico es el papel de la iglesia en evangelismo y misiones.” (David Garrison, “Movimiento para la Plantación de Iglesias”. Oficina de Operaciones Internacionales de la Junta de Misiones de la Convención Bautista del Sur. EE.UU. Pg. 39)
Una meta macro, esencial, es dejar capacidad instalada de liderazgo local que— en otras palabras— es formar líderes que se encarguen de afirmar la congregación.

El apóstol Pablo escribiendo a su discípulo Timoteo, le insta: “Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza.” (2 Timoteo 4:2)

El texto resulta revelador en un aspecto específico: Debemos proseguir afianzando a los cristianos en la nueva iglesia, velar por ellos y, antes de abrir otro frente para la extensión del Reino de Dios, estar seguros de que podrán seguir solos en su proceso de crecimiento personal y espiritual.

Piénselo una y otra vez: Es esencial que trabajemos, y bajo ninguna circunstancia dejemos de lado, la conservación de resultados. Tenga presenta una y otra vez que un creyente nuevo es un bebé en Cristo y, como todo recién nacido, necesita la inmediata seguridad del amor de Cristo, ser nutrido por su Palabra, y establecer un vínculo afectivo con su nueva familia en Cristo (1 Pedro 2.2).

Elabore una memoria histórica del proceso desarrollado

Hay una meta ineludible y a la vez, indeclinable: Sumarnos a la extensión del Reino de Dios, contribuyendo decididamente a la materialización de esa visión que al final de los tiempos pudo apreciar el apóstol Juan en visión: "Después de esto vi a mucha gente de todos los países, y de todas las razas, idiomas y pueblos. ¡Eran tantos que nadie los podía contar! Estaban de pie, delante del trono y del Cordero,vestidos con ropas blancas.” (Apocalipsis 7.9. Traducción en Lenguaje Actual)

Ese pasaje, compuesto de un solo versículo, nos lleva a reflexionar la enorme responsabilidad que tenemos sobre nuestros hombros. Quienes nos rodean, son hombres y mujeres llamados a ser salvos por la obra de nuestro amado Salvador Jesucristo: "Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios, a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación. Los hiciste reyes y sacerdotes para nuestro Dios; ellos gobernarán la tierra.» “ (Apocalipsis 5.9,10. Traducción en Lenguaje Actual)

Con el propósito de dejar huellas que hacia futuro puedan ser útiles para los nuevos sembradores de iglesias, resulta útil que levantemos una memoria histórica en la que dejemos registrado cada paso que damos.

Resultan útiles testimonios grabados de las personas que conocieron a Cristo en la nueva iglesia y de qué manera, fueron incorporados al trabajo. También será de mucha ayuda tener registro fotográfico de las actividades.

Usted como un sembrador de iglesias, puede dejar consignadas sus apreciaciones que, en el futuro, podrán ser útiles a quienes se sumen a la tarea de extender el Reino de Dios en otros espacios donde se requiere evangelizar.

Publicado en: Escuela Bíblica Ministerial


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